Santuario de Santa Rosa de Lima. Av. Tacna, cuadra 1, Cercado de Lima- Perú. |
Señor director del Colegio Carlos Wiese de Comas:
Estimados profesores, padres de familia y alumnos:
Estimados profesores, padres de familia y alumnos:
Me
siento muy honrado de dirigirme a ustedes con ocasión de celebrar como millones
de peruanos la Fecha Jubilar de nuestra Patrona, Santa Rosa de Lima.
Como
sabemos, la vida de Santa Rosa de Lima fue muy breve, 31 años, hace cerca de
cuatro siglos; pero significativas fueron sus acciones de amor al prójimo, de
entrega a los necesitados, a los desvalidos.
Con
humildad curaba y sanaba a los enfermos, muchos de ellos desahuciados por la
ciencia. Trabajaba infatigablemente en favor de quienes requerían auxilio. Su modesta
casa era una especie de hospital por la cantidad de pacientes que diariamente
acudían a buscarla con el fin de restablecer su salud.
Santa
Rosa “no estaba para romanticismos”, se sentía gozosa de servir a los demás.
Miraba a sus semejantes con los ojos de un corazón puro del que brotaba paz,
justicia, compasión.
Paralelamente
a su vocación de servicio devino el camino de la Santidad, llevó una vida de recogimiento
y auto sacrificio, como deseando compartir e identificarse con los sufrimientos
de Jesús en el Calvario.
También
Rosa contribuía al sostenimiento familiar con trabajos de costura y bordado.
Al
igual que en el Perú, en muchos países se rinde homenaje a Santa Rosa de Lima,
la primera Santa elevada a los Altares en las Américas.
El Santuario de Santa Rosa en Lima es un lugar de peregrinación muy
concurrido el 30 de agosto; limeños, provincianos y gente del extranjero vienen
a conocer el lugar donde vivió Santa Rosa para agradecerle y hacerle
peticiones. Allí está el “Pozo de los Deseos” donde los peregrinos arrojan sus
peticiones en pequeños papelitos esperando el milagro. Otro lugar de
peregrinación es Santa Rosa de Quives, donde también vivió la santa, a 63 km. al
norte de Lima.
A
Santa Rosa de Lima, sean nuestras palabras de homenaje y agradecimiento por su
bondad y cariño hacia los pobres y desamparados, por la inspiración que
despierta en los jóvenes a imitarla.
A
nuestra Santa limeña le imploramos su valiosa intercesión para un Perú más justo
y solidario. Muchas gracias.