Niño Alejandro (10 años), curso de oratoria BNP, octubre 2016 |
1) Controlar el temor inicial, el que influye en nuestra decisión de hablar o no hablar.
2) Mejorar la autoestima lo cual desarrollará la confianza y seguridad en nosotros mismos.
3) Despertar la motivación natural de todo niño de querer saber, preguntar, comunicar.
4) Estimular la facilidad de palabra. A mayor participación mayor fluidez verbal.
5) Libertad de expresión: los alumnos hablan libremente sobre sus propios intereses, gustos, pasiones, etc., libres de todo riesgo.
6) Mejorar el rendimiento escolar: el no tener temor a hacer preguntas o a participar hace que su desempeño vaya en aumento.