1. 'Qué sabes de...'
Se debe acompañar con una música de fondo.
Con las respuestas obtenidas el compañero, tendrá un minuto para decir al resto de alumnos lo que ha descubierto acerca de su compañero.
Se busca con este juego que el niño se atreva a hablar al resto de niños, a controlar sus temores.
2. El pozo de los miedos.
Se necesita un papel.
Los niños se situarán en parejas y escribirán en papelitos todo lo que sienten -emociones desagradables- cuando tienen que salir a hablar en público.
Luego se les dirá que rompan con toda su fuerza esos papeles, los pisen, los arruguen, los destrocen... y los lancen a un pozo imaginario (contar con un tacho de basura), donde caen y ya no pueden salir. Después les diremos que cierren los ojos e imaginen que van a hacer una exposición importante. Esta vez todo saldrá bien, tan bien que estarán muy motivados de ella. El público estará satisfecho, les aplaudirá.
3. El pregonero.
Los jugadores se colocan en círculo y uno de ellos empieza la ronda a modo de pregonero diciendo en voz alta: “El rey manda que...”. El siguiente le contestará completando la frase.
El que sigue repetirá lo dicho y añadirá una orden nueva al discurso, y así sucesivamente los jugadores seguirán participando hasta llegar al pregonero -el jugador que inició la ronda-.
Este tendrá que colocarse sobre una mesa y proclamar en voz alta todas las órdenes que se dieron.