Estimados
compañeros:
En cada niño que
nace Dios nos quiere decir que no ha perdido su esperanza en el hombre.
Dice la
Biblia resume tus discursos, di muchas cosas en pocas palabras. Por eso quiero
decirles que es un gusto para mí hacer uso de la palabra una vez más en esta
alegre, festiva, agradable, acogedora, encantadora y pintoresca reunión que se
engalana con la presencia de cada uno de ustedes y que representa, significa,
implica la celebración de una fecha más del Día del Padre.
En ese sentido
quiero expresar mi homenaje a todos los padres que cumplen la noble misión de hacer
de sus hijos lo que deben de ser, hombres y mujeres bien educados, satisfechos,
alegres, que mañana más tarde van a conformar una sociedad próspera y feliz. Cuando
esto no sucede por descuido o falta de los padres, los hijos pueden llegar a
ser hombres y mujeres perversos que nos llevarán a la violencia, la anarquía, la
indiferencia.
Quiero rendir mi
homenaje a aquellos hombres que saben transmitir a sus hijos el inagotable
caudal de sus virtudes cívicas y morales, promoviendo en ellos la lectura de
buenos libros lo cual permitirá que desarrollen su vida espiritual.
Compañeros gracias
a los extraordinarios logros del hombre el mundo moderno es prodigiosamente
bello y grande, pero cuando el hombre debería vivir más del espíritu se deja
dominar por la materia perfeccionada que se vuelve contra el espíritu y si el espíritu
desaparece también desaparece el hombre. Tal vez mañana el hombre visite a los
planetas vecinos pero ¿cuál será el interior de ese hombre? convendría recordar
la solemne y siempre actual advertencia de Jesucristo cuando dice que poco le
sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma. Siendo los hijos el
regalo más grande que Dios le puede dar a un ser humano yo deseo que también
les dé la sabiduría para que sigan educando a sus hijos con cariño,
instrucción, autoridad y así lograr lo que ansía todo buen padre que es
la felicidad de sus hijos.
Dice la filosofía
hindú que el principio fundamental de la vida es el disfrute. Hemos nacido para
disfrutar, para ser felices y eso es precisamente lo que el mundo necesita,
gente que se pase la vida amando, gente que sea feliz porque solo el que tiene
amor puede dar amor, solo el que es feliz puede dar felicidad.
Mucha gente es infeliz porque desconoce que la verdadera felicidad está en Dios
y solamente en Dios, el que no tiene a Dios necesita consuelo pero el que tiene
a Dios ¿qué consuelo necesita?
Quiero finiquitar mi
intervención deseando que el día domingo disfruten el Día del Padre en unión de
sus seres queridos.
Muchas gracias.
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