Señor director del colegio
Mariano Melgar,
distinguidos miembros del Jurado.
Profesores, padres de familia y alumnos.
Profesores, padres de familia y alumnos.
El pasado 12 de marzo de
2015 se cumplió el bicentenario del sacrificio del ilustre poeta arequipeño
Mariano Melgar Valdivieso a quien rendimos hoy homenaje porque en su corta vida
de 24 años, nos dejó un legado de amor a la patria, el cual se manifestó en sus
ideas libertarias, en su lucha contra la discriminación racial entre peruanos y
en su elegante sensibilidad expresada en sus poemas, yaravíes y fábulas.
Mariano Melgar es el
prototipo del joven poeta, soñador, entusiasta, con un deseo de sacudirse del
dominio español que asfixiaba la vida de las corrientes revolucionarias.
Poco se sabe de su niñez, sin embargo los
historiadores dicen que era un niño precoz, que a los tres años ya sabía leer
por lo cual conocía a los escritores clásicos de su infancia. También conoció
el latín y el griego.
Estudió la secundaria en el colegio San Francisco
de Arequipa. A los 17 años ingresó al Seminario de San Jerónimo, donde destacó como
estudiante llegando a tener la cátedra de latín y retórica. Recibió las órdenes
menores a los 20 años, pero dejó el llamado religioso por razones amorosas.
Se involucró en las tertulias y la
literatura, su primera inspiración fue
“Melisa”, hija de un funcionario colonial. Pero su musa inquietante fue
“Silvia”, nombre que dio en su poesía a una joven llamada María Santos
Corrales, siete años menor que él.
Viajó a Lima en 1813 para estudiar en la
Universidad de San Marcos y obtener el grado de doctor, pero no concluyó los
estudios. La noticia de la creación de las Cortes de Cádiz lo entusiasmó pues habría
cambios políticos y reformas. Publicó algunas fábulas donde resaltaba el tema de
los criollos y la desunión que existía en el Perú.
En 1814, en el Cusco se
gestó la rebelión de los hermanos Angulo y Mateo Pumacahua,
al cual se integró Mariano Melgar en calidad de auditor de guerra en Umachiri
(Puno). Aquí se libró una cruenta batalla con los realistas. Mariano Melgar fue
tomado prisionero y fusilado al día siguiente.
Cuando el jefe del pelotón
pretendió ponerle una venda sobre los ojos, Melgar la rechazó diciendo: “Póngansela ustedes que son los
engañados porque América será libre antes de diez años”. Su profecía se
cumplió en 1824 luego de las batallas de Junín y Ayacucho, cuando el Virrey La
Serna capituló y se selló la independencia americana.
Cuánta vitalidad,
sensibilidad y sacrificio podemos encontrar en este joven poeta, a pesar de su
corta vida. Por eso nuestro colegio lo honra llevando orgullosamente su nombre.
Muchas gracias.
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