jueves, 3 de diciembre de 2015

DISCURSO DE CLAUSURA DEL AÑO ESCOLAR

Señor director del Colegio Guadalupe:
Estimados profesores, padres de familia y alumnos.
Me complace dirigirme a ustedes, hoy, que nos hemos congregado para dar por terminado el año escolar 2015. Todo lo que comienza, termina; y todo lo que termina, comienza. Así es el camino de la vida, y los estudios no son la excepción. En este año, hemos dado nuestro tiempo y esfuerzo, en comunión con nuestros entusiastas profesores, quienes han sabido darnos lo mejor de su conocimiento y experiencia. El filósofo español Ortega y Gasset, decía que no solamente se debe enseñar al alumno sino también a hacerle dudar de lo que se le enseña para que el mismo pueda comprobar lo aprendido. Con la ayuda de la tecnología esto es más rápido hacerlo hoy que antaño.
Por otro lado está la aplicación de lo aprendido, cuánto de lo que recibimos forma parte del propio conocimiento.
Al final del año, debemos sentirnos mejores estudiantes, con más conocimientos, pero también con mejor instrucción. Los principios y valores se aprenden en el hogar y se refuerzan en la escuela. ¿De qué vale alcanzar un mayor grado si no sabemos estar a la altura de ello?
Cuantas veces nos hemos sentido abrumados por las tareas que nos dejan en los diferentes cursos, cuántas veces hemos hecho las cosas mecánicamente sin comprender el por qué de las cosas. ¿Realmente este año les fue provechoso? Si así fuera, mi reconocimiento y esperanza que no se estudia en vano, pero si no fue así, el final del año sirva para reflexionar y enderezar el camino. No seamos como el estudiante que nos muestra el gran decimista Nicomedes Santa Cruz en su texto: "A cocachos aprendí...Los otros niños alcanzaron nombre egregio, yo no aproveché el colegio del barrio donde nací".
Hoy es tiempo de gozo, nos preparamos para recibir nuestras notas, diplomas, nos entusiasman la Navidad y las vacaciones. Agradezco a los padres de familia, su apoyo en la educación de sus hijos es necesaria, no basta corresponder con el sustento diario, también hay que apoyarlos moralmente, no olviden aquel refrán: "De tal palo, tal astilla", los padres se prolongan en sus hijos.
Cada año es una experiencia distinta, mi deseo para ustedes compañeros es que luchen con denuedo por sus ideales, tomen decisiones a tiempo si no, otros la tomarán por ustedes, sean serviciales, de eso se trata la vida. Déjalo ser a ese joven que hay en ti.
Muchas gracias.
        

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